Kanab – Zion National Park (Utah)
A las 9h de la mañana estábamos allí como un clavo, dimos nuestros datos y nos sentamos a esperar a que empezara el sorteo. Las inscripciones no son individuales, sino por grupos. Nosotros contábamos como una inscripción de dos personas. Es decir, hay 10 plazas y si en el sorteo salen 2 grupos de 5 o 5 parejas, se acaba el sorteo, ya que los cupos quedarían llenos. El sorteo es un tanto gracioso ya que se hace en un cesto redondo de bingo, todo muy rudimentario. Bien, no tuvimos suerte y nos quedamos sin poder acceder al parque. Las probabilidades eran bajas ya que había unas 40 personas. Pero más altas que en verano donde hay unas 150 personas inscritas cada día…. Ese día había allí un señor que lo había intentado 10 días seguidos! Ya lo podrían dejar entrar….
Nos pudimos de camino a Zion National Park, nuestro siguiente destino. Como ya teníamos la tarjeta de Parques Nacionales de USA, no tuvimos que pagar nada para entrar. Pasamos todo el día en Zion. Hicimos una parte del parque en bus y decidimos hacer el mítico Angels Landing Trail. Hay que decir que, si no estáis acostumbrados a hacer trekkings y a escalar un poco, puede ser un poco duro. Hay muchas partes, sobretodo en la parte más alta de la montaña que hay que hacer un recorrido tipo vía ferrata. Allí vimos a mucha gente darse la vuelta. No es un recorrido fácil y no es apto para personas con vértigo (muy importante! la montaña es estrecha y caminas pegado al precipicio en muchos momentos) pero al llegar arriba te das cuenta que vale la pena, las vistas son increíbles y la sensación de cansancio en las piernas te indica que has trabajado duro. Lo mereces.
Recomendamos llevar mucha agua, ya que incluso en Marzo, hacía mucho calor. Verano debe ser el infierno allí. También recomendamos subir antes de comer y aprovechar para comer arriba y observar las vistas durante un buen rato.
Después de bajar, seguimos visitando un poco más con el bus.
Igual que en todos los parques, en Zion hay muchísimos senderos, incluso uno por dentro del río, así que si podéis pasar un par de días, seguro que vale la pena hacer algún trail más.
Utah nos estaba sorprendiendo tanto como Arizona, la naturaleza es muy bestia. Los colores, el tamaño de los árboles y los ríos. Muy, muy bonito.
Salimos de Zion bastante tarde, estaba casi anocheciendo y teníamos que llegar a Bryce Canyon, ya que queríamos ver la salida del sol en el parque al día siguiente.
Dormimos en una área de descanso a unos 3km de la entrada a Bryce Canyon.
Bryce Canyon (Utah) – Las Vegas (Nevada)
Nos levantamos a las 6:Koh de la mañana y conducimos hasta Bryce Point para poder observar la salida del sol y como los pilares de piedra del cañón se iban iluminando progresivamente. La verdad es que ese día estaba bastante nublado así que no vimos tantos contrastes de luces como esperábamos, pero aún así, fue bastante bonito.
Bryce Canyon es también muy impresionante, tiene forma de anfiteatro desde donde se pueden observar una curiosas y espectaculares estructuras rocosas -hoodoos- talladas por el viento y el agua. Estas estructuras llenan el cañón de color naranja y rojo, hasta blanco en algunos puntos. Hay hoodos a lo largo de toda la carretera que recorre el cañón y hay 14 miradores en los que poder parar y observarlos. Como en el resto de parques, hay muchos senderos de trekking para hacer e incluso acampar.
No estuvimos mucho tiempo en Bryce Park ya que solo lo vimos desde arriba, no hicimos ningún trekking (estábamos muertos después del Angels Landing Trail en Zion Park el día anterior), así que nos pusimos pronto de camino a Las Vegas, ya que nos quedaban unas cuantas horas de carretera por delante.
Llegamos a Las vegas hacia las 16h y aparcamos en el parking del Stratosphere, ya que habíamos leído que permitían aparcar autocaravanas y pasar la noche allí.
Era la primera vez de Gisela en Las Vegas y no sabía muy bien qué esperarse. Venía un poco reacia y a la defensiva porque no le va mucho el rollo de los casinos, fast food y derroche por todos lados. Aún así, quería darle una oportunidad a Las Vegas.
La zona famosa de Las Vegas es básicamente una calle, Las Vegas Bvld, popularmente conocido como «the strip». Como el Stratosphere se encuentra en uno de los extremos des strip y íbamos a quedarnos allí dos días, decidimos que un día recorreríamos un lado de la calle y al día siguiente, el otro lado. Empezamos a caminar por la acera del Stratosphere y lo primero que nos encontramos fue la tienda de souvenirs más grande que habíamos visto nunca. No sólo la más grande, si no también la tienda con más objetos kitsch y horteras de la historia, y la gente los estaba comprando! Petacas con «perlas» rosas incrustadas, coronas de princesa con plumas de colores, jarras de cerveza con pechos de goma,…..Welcome to Las Vegas!
Continuamos caminando y el primer hotel que encontramos fue el Circus Circus, un hotel inmenso donde la planta de abajo es un casino, hay decenas de restaurantes de fast food también en el interior y un parque de atracciones . Una vez pusimos los pies allí dentro, una mujer nos cogió por banda y empezó a vendernos algo. Al principio no sabíamos muy bien de qué iba pero en algún momento captó nuestra atención cuando dijo «cena gratis». Se trataba de un grupo hotelero que organizaba charlas para venderte su tarjeta de fidelidad. Si ibas a la charla (no hacía falta que compraras nada) te regalaban una cena para dos en un restaurante brasileño o italiano y unas entradas para uno de los espectáculos de Las Vegas. Parece ser que esto es algo muy común en USA así que decidimos probar la experiencia al día siguiente como buenos turistas.
Continuamos caminando y observando la barbaridad de restaurantes, bares, tiendas y gente que había en Las Vegas, y a la vez lo bien pensada que está esa ciudad. Todo está abierto 24horas, hay bares que te rellenan los vasos gratis, los casinos tienen siempre el mismo nivel de luz y puedes fumar en el interior, no hay relojes en ningún lado….todo calculado y organizado de manera que no te des cuenta de qué hora del día es y para que pierdas totalmente la noción del tiempo. Las Vegas es un lugar «to get wasted» en todos los sentidos. Pero bueno, es curioso de ver una vez en la vida. Como aquel que dice, hay que verlo todo para saber dónde quieres repetir y donde no. Y Las Vegas es uno de esos lugares. Es una opinión muy subjetiva, por supuesto, pero creemos que hay que verlo, pero no hace falta volver.
Los hoteles son impresionantes y están muy muy bien hechos. Nuestros favoritos (en cuanto a arquitectura) fueron el Venezia, New York-New York, Paris y el Luxor. También el Excalibur tiene su encanto.
Os recomendamos pasear por Flamingo Road hasta llegar al «London Eye» (allí tiene otro nombre pero es una réplica de la famosa noria inglesa. Es una de las calles que más nos gustó. Ese día habíamos gastado poco y se nos antojó sushi. Como buena ciudad para gordos, encontramos un restaurante de sushi «all you can eat» así que nos fuimos directos para allá.
Para moveros por la ciudad – si estáis cansados de andar – os recomendamos usar Lyft. Es una aplicación como Uber pero la ventaja es que puedes compartir el coche y es mucho más barato (aunque más adelante en SFO descubrimos que con Uber también se puede compartir…..grandes aplicaciones!). El restaurante se llama Yama Sushi y la verdad es que sushi estuvo muy bueno y bien de precio.
Algo que me gustó del restaurante es que te cobran lo que te dejes en el plato (si son un par de piezas no pasa nada) para así evitar que la gente se llene el plato de comida y después lo deje ahí – visto en muchos buffets -.
Las Vegas (Nevada)
Nos levantamos tarde ese día, no teníamos la súper charla de ventas de hotel hasta las 11am y aprovechamos para dormir un poco.
Nos reunimos con el resto del grupo en el lobby del Stratosphere y un shuttle nos llevó hasta otro hotel donde nos inscribimos y nos dieron unas bebidas de bienvenida. Luego un comercial se nos presentó y nos acompañó a una mesa donde se presentó y nos explicó de que se trataba su programa de fidelidad. La charla duró unos 15 min y luego pasamos a un auditorio con el resto de la gente, donde otra comercial nos dio una charla sobre todos los beneficios de hacerse socio. La verdad es que nos impresionó lo bien que lo hizo, utilizando todas las herramientas del marketing que funcionan mejor: ejemplos personales con fotos de sus hijos y ella misma disfrutando de vacaciones «pagadas» con los puntos de su tarjeta, poniendo ejemplos de la vida diaria, etc. La charla estuvo bien aunque duró más o menos 1 hora, al final ya queríamos irnos. Al salir, el mismo comercial que nos dio la bienvenida nos trajo la oferta económica que rechazamos. Nosotros no habíamos ido con la intención de comprar nada, solamente queríamos conocer cómo eran ese tipo de herramientas de marketing y recibir nuestra cena y espectáculo gratis. Al rechazarla, otro comercial se acercó a hacer un poco más de presión y a hacer el tándem poli bueno y poli malo con el comercial que nos atendía. Total, tras unos 20 min de insistencia nos fuimos de allí con un voucher por una cena gratis para dos, otro para un espectáculo para esa misma noche y otro para una noche de hotel gratis en Las Vegas para los próximos dos años. Y total, sin comprar nada.
Al salir, fuimos a ver el famoso cartel de Las Vegas al inicio del strip. Está situado en el lado opuesto del Stratosphere y hay una buena caminata hasta llí. Cuando llegamos había una cola enorme de gente para hacerse fotos y un tío que las iba haciendo. Nosotros, nos colocamos en un ladito, sin molestar a nadie y nos hicimos la foto al margen de la fila y el fotógrafo. Abrimos una Beda, porque cuando la gente nos vio, empezaron a desparramarse por todos lados para hacerse las fotos desde los laterales.
Estábamos hambrientos y decidimos ir a probar la hamburguesería de Gordon Ramsay. No nos podíamos permitir ir a comer su famoso solomillo Wellington (pero está en mi lista) pero podríamos disfrutar de sus recetas de hamburguesa y patatas. La hamburguesería está situada en el Planet Holywood hotel. Pedimos una hamburguesa de foie y una de Blue con una ración de patatas dulces (boniato para nosotros) y otra de patatas trufadas con parmesano. La verdad es que estuvo buenísimo todo, caro, pero muy bueno. Si vais, pedid solamente una ración de patatas para 2, es más que suficiente, a nosotros nos costó muchísimo terminar (y comemos mucho!). En total pagamos unos 80 USD por la comida + dos cervezas.
Se nos hizo tarde y nos fuimos directos al ver el espectáculo que nos habían regalado, fuimos a ver «Las Vegas, the show!» y nos gustó muchísimo. Se trata de un espectáculo musical en el que se explica la historia de Las Vegas, desde su creación, años de gloria, decadencia y reinvención de la ciudad. Es un espectáculo interesante para conocer dónde te encuentras, qué fue, y seguramente, qué será de ello. A parte, los artistas que aparecen son muy buenos! Tanto los bailarines y cantantes, músicos y micro shows que van saliendo como malabaristas, magos, etc. Muy recomendable!
Salimos que eran más de las 21h, pero aún estábamos súper llenos de las hamburguesas de Ramsey. Como al día siguiente nos marchábamos, regalamos nuestros vouchers de cena gratis a una pareja que nos cruzamos por la calle. Fliparon.
Antes de ir a dormir, subimos al mirador del Stratosphere. En la parte de arriba del hotel tienen un restaurante/mirador que va girando y también un bar. Para ir arriba del todo hay que pagar, sin embargo puedes ir a tomar una copa al bar, que está unas plantas más abajo, y no te cobran entrada. Nosotros no tomamos nada, subimos, contemplamos las vista y volvimos a bajar. Fue una buena manera de terminar nuestra visita a Las Vegas, observar hasta dónde llegaban la infinidad de luces de la ciudad.
Me ha encantado, todo explicado con mucho detalle